Dejar que el cliente decida cuándo y cómo hacer sus trámites o consultas implica que lo haga de una manera rápida.
El autoservicio es una manera inteligente de garantizar la oportunidad del servicio o la información para nuestros clientes. Sin embargo, sin una adecuada propuesta de interacción, las pantallas táctiles pueden generar el efecto contrario: frustración. Es muy importante conocer al cliente en su modo natural de consulta y alinear las pantallas y la orientación del equipo a sus necesidades.

Utilizando tecnología de eyetracking podrás obtener información sobre la velocidad del clic en la pantalla, la cantidad de clics para llegar a la información deseada e incluso la orientación de la pantalla de un cajero, datos relevantes que pueden modificar aspectos de uso que harían la transacción más complicada.
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